En artículos anteriores ya hemos hablado de Figma, una herramienta de diseño gráfico altamente intuitiva que incluye desde la creación de Wireframes hasta la creación de prototipos pasando por los Mockups.
Esta herramienta de diseño nos permitirá crear productos a medida, para cubrir las necesidades de nuestros clientes y como diseñadores, uno de nuestros retos es lograr transmitir correctamente nuestro trabajo, pero cuando nuestro trabajo consiste en un diseño interactivo, esta tarea se complica.
Si en alguna ocasión has desarrollado un diseño interactivo, es muy posible que algunos de estos problemas te sean familiares y hayas tenido que lidiar con ellos:
Desde Itequia creemos que para cada producto, persona, empresa y cliente habrá soluciones que den mejor o peor resultado, pero nosotros hemos comprobado que una buena solución es crear prototipos interactivos con Figma.
Antes de comenzar, explicaremos qué se puede hacer con Figma y por qué es una herramienta clave para probar tu producto o servicio durante la fase de desarrollo.
Con Figma podremos crear prototipos interactivos sin tener que escribir una sola línea de código, y compartirlos con nuestros clientes, con el equipo de desarrollo, con usuarios que vayan a probar y poner a prueba el producto, etc.
En los prototipos y desarrollos se pueden utilizar animaciones, como por ejemplo que al pasar de una pantalla a otra se realice una transición concreta. Son pequeños detalles que darán más vida y realismo al prototipo y al diseño final.
Otro de los puntos fuertes de esta herramienta de diseño, es que nos permitirá guardar componentes. Estos componentes son, diseños modulares que podremos reutilizar en diferentes partes de nuestro prototipo. Gracias a esta funcionalidad, podremos crear nuestro sistema de diseño, que contendrá todos los elementos de marca y componentes reutilizables.
En este caso, la respuesta no es definitiva, pero lo que sí os podemos adelantar, es que cuanto más complejo es el producto, más necesario es prototipar y contar con una versión de prueba que podamos ir revisando con nuestro cliente.
Aunque pienses que si no haces un prototipo o un testeo te estás ahorrando tiempo y recursos, a la larga podrías estar perdiendo más tiempo por arreglar cosas que se podrían haber detectado y corregido en la fase de diseño.
En el caso de que contemos con poco tiempo o recursos para el proyecto, sería interesante prototipar solo las partes más relevantes y decisivas del producto, pero siempre es recomendable prototipar y testear.
Aquí la respuesta sí que es muy clara, no, un prototipo no va a solucionar todos mis problemas de desarrollo.
Un prototipo interactivo es una herramienta para mejorar el flujo de trabajo, pero siguen siendo necesarias la documentación, las reuniones tanto con el cliente como con el equipo de desarrollo, etc. El prototipo nos ayudará a hacer que estas otras tareas sean más fáciles y lleven menos tiempo, evitando así los malentendidos y permitiéndonos optimizar nuestro tiempo de trabajo al máximo.
En resumen, utilizar un prototipo interactivo en nuestro desarrollo puede llevar más tiempo que hacer simplemente el diseño estático, sí, pero también aporta unos enormes beneficios, especialmente cuando tu producto es complejo.
Con un prototipo tan real como la Web, App o producto final, tanto el cliente, como el equipo de desarrollo, como los posibles usuarios que vayan a probarlo sabrán qué es cada cosa y cómo tiene que funcionar, identificando de manera temprana posibles errores o deficiencias de usabilidad, que podremos corregir antes de la entrega.