En ocasiones anteriores, hemos hablado de lo importante que es la UX una vez la aplicamos dentro de nuestras soluciones internas. Una App útil y sencilla mejorará la confianza de nuestros usuarios y los animará a seguir usando nuestra App. Lo mismo se puede aplicar a aplicaciones fuera de nuestro entorno laboral.
Una de las claves más importantes en el funcionamiento de una App son las interfaces, los objetos que nuestros usuarios verán y tendrán que explorar para realizar lo que necesiten. Una mala interfaz, por ejemplo, por ser poco intuitiva, hará que sea más difícil encontrar lo que necesitamos y nos animará a cerrar la aplicación y buscar otra solución. No es lo que quieren las empresas que crean estas aplicaciones, por supuesto.
Cuando se tiene una idea para lanzar una aplicación, ya sea basada en la web o en móvil, normalmente tenemos muchas ideas, y nos cuesta poner todas ellas por escrito para evitar perderlas. Es necesario identificar las funcionalidades principales que queremos añadir, así como dibujar un boceto de las interfaces para cada una de ellas.
Una planificación temprana ayuda mucho al rendimiento del proyecto al completo. Así, cuando una vista o funcionalidad se vaya moviendo de prioridad o se quiera hacer un cambio, todo nuestro equipo y nuestros clientes estarán al tanto y podrán actuar con esa información.
Figma es una de las herramientas principales en el sector empresarial. Ya hicimos en su momento un artículo sobre la importancia de Figma como aplicación para colaborar entre nuestros equipos. Puedes conocer más sobre Figma aquí.
También tenemos Overflow, que podríamos considerarlo como un formato “narrativo” para nuestra interfaz. Se definen como la primera herramienta para crear con tus diagramas: te permite crear flujos interactivos y presentaciones de equipo en pocos minutos. Además, funciona con las Apps de diseño y editado referente del mercado. Aquí te dejamos su vídeo introductorio oficial.
Zeplin nos puede ayudar a explorar más las tareas de diseño. Un diseñador en canvas (un formato muy popular en el mundo del diseño de webs) que pretende ser más accesible para los no desarrolladores (Q&A, Project Managers,…) eliminando la necesidad de crear documentación explicativa para presentar un proyecto de trabajo. Aquí tienes su breve introducción en vídeo.
Lo más importante de éstas dos últimas aplicaciones es la integración con Figma, para quitarles trabajo a tus ya saturados desarrolladores, ayudándoles a organizarse con los demás departamentos del proyecto incluso si estos prefieren alguna de las otras dos opciones.
Si queremos ver los diseños de cómo sería una interfaz en nuestra App y los componentes, crearemos mockups: bocetos que muestran cómo se estructuraría a la vista del público general. Antes teníamos que realizar los diseños en mil herramientas diferentes (o incluso a mano), y esperar que todas se conectaran de forma correcta.
Ahora, gracias a los miles de plugins y la posibilidad de colaborar desde todo tipo de plataformas de diseño, es más fácil aprender a diseñar, corregir y trabajar sobre distintas ideas. Se puede organizar más fácilmente también el flujo de navegación dentro de la aplicación, evitando la aparición de situaciones donde un fallo de comunicación provoca un acceso erróneo a una funcionalidad.
Usando estas tres herramientas de desarrollo, no sólo ayudamos a nuestro cliente (o nosotros mismos) a ver cómo evoluciona la aplicación y a hacer los cambios pertinentes. También nos sirven de forma interna, permitiendo una comunicación integrada entre desarrolladores, algo vital para identificar a tiempo posibles problemas cuando implementamos algo nuevo. Todo redundará en menores retrasos y “downtime” para nuestra aplicación, y un número mínimo de bugs no detectados.
En resumen, son herramientas muy útiles para ayudar a mejorar de forma continua el rendimiento de nuestras aplicaciones, capaces de extenderse a nivel de empresa muy rápidamente y con soporte para todo tipo de trabajos y colaboraciones.